27 de enero de 2011

LAS DEMANDAS DE ESTABILIDAD Y SEGURIDAD (2)


Díaz gobernó con mano dura, pronto logró alcanzar el orden interno que el país necesitaba, y que no había podido tener desde los años de su independencia. Para alcanzar el progreso económico Díaz se empeñó en seguir la idea de “Poca política y mucha administración”. Con ello dejo entrever que la democracia pasaría a un segundo plano, considerando mas importante consolidar la paz, aunque fuera a través de la represión. Durante la administración porfirista se violaron constantemente los principios de libertad y los derechos humanos, ya que el propósito fundamental era alcanzar el progreso industrial y económico a cualquier precio.

La filosofía positivista que caracterizó este periodo, proponía que para alcanzar las metas de orden y progreso era necesario una gran transformación en todos los rubros del país, tanto en los sectores internos como en sus relaciones externas, ya que el objetivo primordial era atraer capitales extranjeros, y la única forma de garantizar seguridad a las inversiones. Para México este fue un paso doloroso, en el sentido de que aun no había logrado lo mínimo indispensable para alcanzar la modernización industrial.

La etapa porfirista cubrió un lapso de 34 años, de 1877 a 1911, incluyendo el periodo de cuatro años en el que México fue gobernado por el matamorense Manuel González (1880 – 1884), bajo la influencia de Díaz.
El porfirismo en México fue una época de gran transformación en todos los ordenes, fue el punto de partida hacia la modernidad, pero principalmente en lo económico., ya que en los aspectos político y social dejó mucho que desear.

Al asumir Díaz el poder encontró un país en conflicto, ya que todavía existían marcadas rivalidades políticas que desestabilizaban el régimen en todos los rubros. Además aun no terminaba con los levantamientos lerdistas e iglesistas que se habían opuesto al Plan de Tuxtepec, a través del cual logró la presidencia.
Por otro lado, Díaz tuvo que enfrentar el problema del bandolerismo, los movimientos armados que surgían en contra de los gobiernos locales, levantamientos campesinos e indígenas y los ataques de los indios apaches en la frontera norte, los cuales causaban enormes daños a las poblaciones fronterizas de ambos lados.

Pero definitivamente una de las situaciones que más preocuparon a Díaz, fue el reconocimiento de su gobierno por el de Estados Unidos. Los vecinos del norte habían suspendido las relaciones diplomáticas con México a raíz de la toma violenta del poder que realizó el caudillo de Tuxtepec, situación que era contraria a la política norteamericana, de reconocer solamente a gobiernos surgidos por la vía democrática. La cuestión era aun más grave, pues en México prevalecía la inestabilidad social, política y económica.

Los norteamericanos estaban aferrados a su postura y amenazaron con invadir el territorio nacional si nuestro país no se comprometía a saldar sus cuentas pendientes, así como satisfacer las demandas más urgentes para ellos que eran: combatir el bandolerismo y acabar con los indios que se ocultaban en la zona fronteriza después de cometer todo tipo de delitos en la zona norteamericana.
Por otra parte, el reconocimiento de los Estados Unidos era un factor muy importante, en virtud de que era la única potencia occidental que mantuvo relaciones con México durante la Intervención Francesa. Ante este panorama. Díaz se ocupó de pacificar la frontera, procuró ser puntual en el pago de la deuda con los Estados Unidos e invitó a los empresarios norteamericanos a invertir en México, convenciéndolos de aprovechar las ventajas de un país con abundantes recursos naturales. Con ello se empezó a generar una relación económica, que pronto hizo olvidar los conflictos iniciales. La prudencia e inteligencia con la que se manejó Díaz para evitar una confrontación con el país vecino, fue digna de elogios a nivel internacional.

24 de enero de 2011

LA FORMACION DEL REGIMEN DE DÍAZ ( 1 )

Los antecedentes y la personalidad de Porfirio Díaz

El general Porfirio Díaz (1830-1915) fue un personaje muy importante en la historia de México. Luchó por las causas liberales en la Guerra de Reforma y en la defensa de nuestra soberanía contra la intervención francesa. Nació en Oaxaca y fue gobernador de dicho estado, después de ocuparlo militarmente en la guerra contra los franceses.

Los emisarios de Maximiliano intentaron convencerlo para que colaborara con el gobierno imperial, lo que el caudillo rechazó terminantemente. Fue hecho prisionero en dos ocasiones por los franceses pero en ambas logró fugarse, para volver a empuñar las armas contra ellos.

El general Porfirio Díaz se convirtió en el héroe de la intervención francesa al lograr el triunfo en la batalla del 2 de abril de 1867 en Puebla y la toma de la capital de la republica en junio de ese mismo año, batallas que fueron cruciales para la derrota definitiva del imperio.

La gran popularidad que adquirió a nivel nacional por tan importantes triunfos le hizo abrigar esperanzas por llegar a la presidencia de la republica. Por ello, en las elecciones de 1868, se presentó como candidato. Pero no logró su objetivo, ya que Juárez también había aumentado su popularidad y resultó triunfador en los comicios.

En el año de 1871, Díaz volvió intentar llegar a la presidencia, sin embargo Juárez lo derrotó nuevamente. Por ello, Díaz decidió levantarse en armas a través del Plan de la Noria, documento en el que desconoció a Juárez y propuso la no reelección. La rebelión fue derrotada, Porfirio Díaz logró huir y se mantuvo prófugo, hasta que aprovechó la amnistía que decretó Lerdo de Tejada y se reconcilió con el gobierno para dedicarse a la vida privada.

Pero el general Díaz no se alejó definitivamente; siempre estuvo al pendiente de los acontecimientos nacionales. Por ello cuando el Congreso decidió reelegir a Lerdo de Tejada, el caudillo se levantó de nueva cuenta en armas, con el apoyo del Plan de Tuxtepec, que también tuvo como principio central la no reelección.

La rebelión de Tuxtepec ocurrió en momentos críticos para Lerdo, ya que enfrentaba una fuerte oposición e inconformidad a raíz de varias ventas de sus acciones de gobierno. Además entró en conflicto con el presidente de la Suprema Corte, José María Iglesias, quien no estuvo de acuerdo en su reelección, pues aspiraba a la presidencia de la republica.

La revolución de Tuxtepec provocó el derrocamiento de Lerdo de Tejada y Juan N. Méndez ocupó interinamente la presidencia. Más tarde se convocó a elecciones y Porfirio Díaz resultó triunfante, no sin antes sofocar la revuelta encabezada por Iglesias.

Porfirio Díaz fue un caudillo que llegó al poder gracias a una asonada o revuelta militar. Los liberales catalogaron la situación como el regreso del militarismo, después de haber tenido a dos militares como presidentes, Juárez y Lerdo. Sin embargo , Díaz logró en base a la firmeza de su carácter y personalidad, imponerse como líder político por encima de lo militar.